El Sr. Director General de Justicia, Sr. Borrás, despreciando todo procedimiento reglado de negociación y diálogo con las organizaciones sindicales y representantes de los trabajadores, está organizando por su cuenta y riesgo la formación para la implantación de la nueva oficina judicial cuando ni siquiera se sabe, ni se ha negociado, cuál será el proyecto de dicha oficina judicial en Aragón.
Empezó el Sr. Borrás ofreciendo a las organizaciones sindicales que designásemos en proporción a nuestra representatividad sindical a personas para acudir a un curso de formación en Madrid sobre la nueva oficina judicial. A los días nos enteramos que dicho curso tenía por objeto formar a quienes luego iban a impartir los cursos sobre la nueva oficina judicial en el territorio Ministerio, y que éste había abierto un proceso público para seleccionar a los funcionarios que quisiesen acudir, quienes debían ser licenciados en Derecho.
Ninguna otra comunidad autónoma con competencias envió a sus funcionarios a dicho curso, porque de momento la nueva oficina judicial sólo tiene proyectos piloto en el territorio aún dependiente del Ministerio de Justicia.
Empezó el Sr. Borrás ofreciendo a las organizaciones sindicales que designásemos en proporción a nuestra representatividad sindical a personas para acudir a un curso de formación en Madrid sobre la nueva oficina judicial. A los días nos enteramos que dicho curso tenía por objeto formar a quienes luego iban a impartir los cursos sobre la nueva oficina judicial en el territorio Ministerio, y que éste había abierto un proceso público para seleccionar a los funcionarios que quisiesen acudir, quienes debían ser licenciados en Derecho.
Ninguna otra comunidad autónoma con competencias envió a sus funcionarios a dicho curso, porque de momento la nueva oficina judicial sólo tiene proyectos piloto en el territorio aún dependiente del Ministerio de Justicia.
Mientras el Ministerio llevaba a cabo su proceso público de selección, nos enteramos que Borrás estaba designando a dedo a los funcionarios que iban a acudir a dicho curso, ofreciendo a cambio a sus candidatos la posibilidad de estar bien colocados para los puestos de jefaturas en la futura oficina judicial, y a sus Jueces y Secretarios que sus puestos quedarían cubiertos por interinos mientras dichos funcionarios impartiesen los cursos. Lo primero no puede hacerlo, pues la convocatoria de los puestos es pública y el Tribunal calificador no sólo lo formará Borrás, salvo los puestos de libre designación; de lo segundo ya han dicho desde la propia Dirección General que naranjas de la china, que no se nombrarán interinos que les sustituyan.
Cuando CCOO recriminó a Borrás esta forma de designación, nos ofreció que fuésemos nosotros los que hiciésemos la designación de los aspirantes a dedo , a lo que nos negamos, así como otras organizaciones sindicales. ¿Todas? No, porque la liberada de UGT, deseosa de acudir al curso de formación de formadores que impartía el Ministerio, consiguió que Borrás la incluyese en la relación de participantes de dicho curso, añadida a los otros cinco funcionarios.
Acabado el curso, ahora Borrás se pone a organizar fuera de las mesas de negociación, y a espaldas de las organizaciones sindicales, los cursos de formación que supuestamente nos tienen que impartir estos compañeros, negociando con ellos el calendario y la retribución por dichos cursos. Y allí, negociando con Borrás, estaba de nuevo la liberada de UGT, reclamando su retribución euro arriba euro abajo por dar cursos.
A juicio de CCOO es lamentable la actuación de Borrás en todo este tema. La convocatoria de cursos de formación es objeto de negociación con las organizaciones sindicales; las convocatorias para asistir a los cursos deben ser públicas, así como los requisitos para ello; las retribuciones se negocian en mesa sectorial; los requisitos para asistir a los cursos son comunes para todos; la nueva oficina judicial y su futura implantación no ha empezado ni siquiera a hablarse y ya está pensando en darnos cursos de formación; ofrece puestos de trabajo que ni siquiera sabemos si van a existir, etc. Borrás está convirtiendo la reforma de la oficina judicial en su chiringuito particular.
Y para nosotros también es lamentable el comportamiento de la liberada de UGT, que parece pensar más en su propio beneficio que en la de aquellos a quienes representa y por cuenta de quienes está liberada de trabajar en su juzgado. Asiste a un curso “por libre designación” de Borrás, vete a saber a cuenta de qué y negocia una formación y consiguiente retribución fuera del ámbito correspondiente en su único interés, sin ni siquiera tener en cuenta que no se ha empezado a hablar de nuestros derechos en el proceso de implantación de la nueva oficina judicial.
Esto no es un ataque a UGT, ni a sus demás liberados, votantes o afiliados, a los cuales respetamos y valoramos, sino una crítica que hacemos a una persona concreta, representante de los trabajadores, que está utilizando sus derechos sindicales en beneficio propio.