La Ciudad de la Justicia de Zaragoza hace aguas. Varios juzgados de los dos edificios que la componen sufrieron goteras a lo largo de la semana pasada y el inicio de esta, consecuencia de las lluvias de la semana pasada. Algo que ha llamado la atención de los trabajadores y los operadores judiciales que acuden a las instalaciones, sobre todo porque las precipitaciones no parecieron especialmente fuertes en la localidad.
Fuentes del Gobierno de Aragón indicaron que los técnicos y operarios estuvieron estudiando el origen de las filtraciones, que ya estarían reparadas --aunque en fase de comprobación-- en el edificio Vidal de Canellas (el más pequeño) y estos días se están centrando en el Fueros de Aragón.
Varios trabajadores consultados indicaron que algunas de las goteras han aparecido en lugares donde ya estuvieron presentes al poco de estrenar los juzgados, algo que también corroboraron desde la DGA. Los técnicos enviados por Expo Zaragoza Empresarial, propietaria de los inmuebles que ocupa Justicia, están tratando de nuevo de determinar el origen del problema para que no se reproduzca.
DOS AÑOS Una de las cuestiones que más sorprendía a los trabajadores, y al sindicato CCOO, cuya sección de Justicia hizo públicas varias imágenes de las filtraciones en internet, es que las deficiencias se produzcan en un edificio nuevo. El próximo mes se cumplirán dos años desde que la presidenta Rudi lo inaugurara oficialmente. Fuentes del Gobierno aragonés recordaron que, aunque la adaptación de las instalaciones para su actual uso date del 2013, la estructura de los edificios no ha cambiado desde que sirvieran para acoger los pabellones de las comunidades autónomas en la Expo del 2008.
También, en un plano más técnico, remarcaban su incomprensión porque se diesen en el techo del tercer piso --donde están la mayoría de las oficinas de los juzgados--, habida cuenta de que hay una planta por encima. Es decir, no serían una filtración directa del tejado.
Las goteras se produjeron en al menos cuatro juzgados, que pudieron ser confirmadas por este diario. Lo más aparatoso sucedió en el Juzgado de Primera Instancia número 10, en el edificio Vidal de Canellas, cuya secretaria judicial vio su mesa afectada por una pequeña catarata. Fuentes judiciales indicaron que se le ofreció un cambio de ubicación al menos mientras se arreglaba la deficiencia, pero ante la necesidad de estar cerca tanto del juez como de los funcionarios se optó por mover el mueble y seguir ocupando la misma sala.
Las reparaciones de esta filtración estarían completadas, a falta de comprobar si la sustitución de la tela asfáltica que protege el techo ha dado buen resultado.
Pero el despacho no fue el único afectado. Las goteras también se produjeron en el Juzgado de Instrucción número 9, cuyos funcionarios tuvieron que hacer uso de cubos para recoger el agua que manaba abundantemente de dos placas del techo, que aún aparecían retiradas a mediados de esta semana.
Algo similar sucedió en los juzgados de lo Penal número 1 y 2, contiguos, que sufrieron sendas filtraciones; estas eran además de las que ya se habían reproducido con anterioridad.
Y en el mismo sector, un archivo de expedientes también sufrió dos goteras. La suerte quiso que ambas cayeran en los dos pequeños pasillos entre las estanterías, ya que si hubieran surgido sobre los archivadores de cartón, y por algún motivo hubieran pasado desapercibidas un tiempo para los trabajadores, hubieran podido dañar parte de los centenares de expedientes que se siguen almacenando en papel en las dependencias de los juzgados aragoneses.
