Estos de la Consejería de Justicia, Borrás, Bescós y Silva, son unos cachondos. No sabemos si para alegrarnos los deprimentes lunes, o por si el Zaragoza perdía contra el Valladolid, que han copado una página entera del Heraldo de Aragón de hoy lunes 15 de febrero, para levantarnos el ánimo con sus chirigotas: será que es carnaval.
Porque vender de nuevo la ciudad de la Justicia de Zaragoza en la Expo, para luego insistir, en contra de todas las voces, desde abogados hasta jueces, en que la Audiencia no sólo se quedará donde está sino que además se gastarán un dineral en un edificio de nueva planta para su ampliación, o que los presos en la Expo irán por los sótanos mientras que en la actual Audiencia siguen cruzando el patio a pata, suena a chiste.
Y luego llega “la revolución de mayo”, esa que va a encabezar Borrás, cabeza visible del programa de adaptación a la nueva oficina judicial, esa en la que hasta hace poco decía no creer. Según dice Borrás, tela marinera, “nos enfrentamos a una nueva distribución del trabajo en el que cobra gran fuerza el papel del secretario judicial, que ahora tendrá potestad para poder firmar documentos bajo su responsabilidad”. Vamos, que los Secretarios ahora firman documentos pero no se responsabilizan de lo que firman. Sin duda, Borrás, no te han entendido. Tampoco te han debido entender con eso de que “dos o tres juzgados compartirán un secretario, lo que permitirá dedicar a los secretarios sobrantes a las jefaturas de los servicios comunes”, porque descubres el pastel de la reforma: que haya más jefes-secretarios, que ahora hay pocos. Y luego ya se corona con lo de “para la redistribución de funcionarios está prevista una mesa de negociación con los sindicatos”, todavía sin convocar por cierto, porque si consigue cerrar con nosotros en una mesa de negociación todo lo que llevan años intentando solucionar en Madrid en esta materia, incluyendo las rpts, y en especial en los dos últimos meses a razón de reunión diaria y los nuevos servicios comunes y Upads empiezan a funcionar en mayo, Borrás, eres un genio, no sé que haces aquí en Aragón cuando llevan años en el Ministerio precisando de un tipo como tú.
Igual es que, Borrás, no te has leído bien el preámbulo de la Ley de reformas procesales, esas que entran en vigor en mayo, que dice que no hace falta cambiar el actual sistema de organización de los Juzgados para su entrada en vigor ya que dicha ley se limita a redistribuir las competencias para dictar resoluciones entre Jueces y Secretarios. Vamos, que no hay problema para que entre en vigor la citada ley en mayo y que los juzgados sigan tal y como están, hasta que entre todos convengamos el mejor sistema organizativo para nuestra Administración de Justicia. Porque a nosotros también nos oirás, no?
A continuación llega Bescós, el Viceconsejero, que nos dice que “no sólo habrá que acudir a los cursos de las nuevas herramientas informáticas sino demostrar que se han aprovechado”. Se debe referir al Minerva NOJ, un sistema más avanzado que el Minerva ese que no consigue arrancar en Zaragoza. Mientras, los actuales textos procesales ni se han adaptado a la necesidad de consignación para interponer recursos, ni a las novedades en materia de desahucios, y ya veremos que pasa con los textos el dia 5 de mayo. Confiemos en que este año Bescós también se apunte a algún curso de informática dirigido a funcionarios de Justicia, tal y como hizo el año pasado, volvamos a ser colegas de clase y nos cuente algún secretillo de la Consejería.
Y remata Silva, el Consejero, que entre inauguración e inauguración de las luces de la Plaza del Torico en Teruel le da un poco de tiempo para dedicarse a la Administración de Justicia, cuya gestión también le corresponde. Dice Silva que “hace solo dos años asumimos las competencias y hemos cambiado ya cosas que llevaban décadas atascadas”. Silva, “el Desatascador Justiciero”. Pues a ver si desatascas tus relaciones con los sindicatos que dices que te apoyamos, porque llevamos más de dos años esperando que nos recibas.
Lo dicho: son unos cachondos. Menos mal que el Zaragoza no perdió.
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Porque vender de nuevo la ciudad de la Justicia de Zaragoza en la Expo, para luego insistir, en contra de todas las voces, desde abogados hasta jueces, en que la Audiencia no sólo se quedará donde está sino que además se gastarán un dineral en un edificio de nueva planta para su ampliación, o que los presos en la Expo irán por los sótanos mientras que en la actual Audiencia siguen cruzando el patio a pata, suena a chiste.
Y luego llega “la revolución de mayo”, esa que va a encabezar Borrás, cabeza visible del programa de adaptación a la nueva oficina judicial, esa en la que hasta hace poco decía no creer. Según dice Borrás, tela marinera, “nos enfrentamos a una nueva distribución del trabajo en el que cobra gran fuerza el papel del secretario judicial, que ahora tendrá potestad para poder firmar documentos bajo su responsabilidad”. Vamos, que los Secretarios ahora firman documentos pero no se responsabilizan de lo que firman. Sin duda, Borrás, no te han entendido. Tampoco te han debido entender con eso de que “dos o tres juzgados compartirán un secretario, lo que permitirá dedicar a los secretarios sobrantes a las jefaturas de los servicios comunes”, porque descubres el pastel de la reforma: que haya más jefes-secretarios, que ahora hay pocos. Y luego ya se corona con lo de “para la redistribución de funcionarios está prevista una mesa de negociación con los sindicatos”, todavía sin convocar por cierto, porque si consigue cerrar con nosotros en una mesa de negociación todo lo que llevan años intentando solucionar en Madrid en esta materia, incluyendo las rpts, y en especial en los dos últimos meses a razón de reunión diaria y los nuevos servicios comunes y Upads empiezan a funcionar en mayo, Borrás, eres un genio, no sé que haces aquí en Aragón cuando llevan años en el Ministerio precisando de un tipo como tú.
Igual es que, Borrás, no te has leído bien el preámbulo de la Ley de reformas procesales, esas que entran en vigor en mayo, que dice que no hace falta cambiar el actual sistema de organización de los Juzgados para su entrada en vigor ya que dicha ley se limita a redistribuir las competencias para dictar resoluciones entre Jueces y Secretarios. Vamos, que no hay problema para que entre en vigor la citada ley en mayo y que los juzgados sigan tal y como están, hasta que entre todos convengamos el mejor sistema organizativo para nuestra Administración de Justicia. Porque a nosotros también nos oirás, no?
A continuación llega Bescós, el Viceconsejero, que nos dice que “no sólo habrá que acudir a los cursos de las nuevas herramientas informáticas sino demostrar que se han aprovechado”. Se debe referir al Minerva NOJ, un sistema más avanzado que el Minerva ese que no consigue arrancar en Zaragoza. Mientras, los actuales textos procesales ni se han adaptado a la necesidad de consignación para interponer recursos, ni a las novedades en materia de desahucios, y ya veremos que pasa con los textos el dia 5 de mayo. Confiemos en que este año Bescós también se apunte a algún curso de informática dirigido a funcionarios de Justicia, tal y como hizo el año pasado, volvamos a ser colegas de clase y nos cuente algún secretillo de la Consejería.
Y remata Silva, el Consejero, que entre inauguración e inauguración de las luces de la Plaza del Torico en Teruel le da un poco de tiempo para dedicarse a la Administración de Justicia, cuya gestión también le corresponde. Dice Silva que “hace solo dos años asumimos las competencias y hemos cambiado ya cosas que llevaban décadas atascadas”. Silva, “el Desatascador Justiciero”. Pues a ver si desatascas tus relaciones con los sindicatos que dices que te apoyamos, porque llevamos más de dos años esperando que nos recibas.
Lo dicho: son unos cachondos. Menos mal que el Zaragoza no perdió.
