El Consejero de Justicia de Aragón Rogelio Silva afirmó que no es el momento oportuno para generalizar las Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, ya que hay que tender hacia un servicio público bueno, pero valorando el coste que supone.
Al Consejero, sin embargo, no parece importarle que desde el año 1991 no se han creado en Aragón ninguna Agrupación de Secretarias de Juzgados de Paz, lo que nos pone a la cola de toda España; tampoco que el 68 % de los municipios de Aragón no están integrados en Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, por lo que son los Secretarios de los Ayuntamientos quienes tienen que estar al cargo de las tareas del Juzgado de Paz, junto con la infinidad de asuntos propios del Ayuntamiento. Tampoco tiene en cuenta las peticiones del Colegio de Secretarios e Interventores de Ayuntamientos, de que se creen las nuevas Agrupaciones para así descargarles a ellos de las tareas judiciales.
Quizás lo que no quiere contar el Consejero Silva es que el Gobierno de Aragón no reclamó dentro del importe de las transferencias la dotación presupuestaria para implantar las nuevas Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, pese a que desde junio de 2001 había en el Ministerio de Justicia un proyecto para crear al menos 8 nuevas agrupaciones. Otra “omisión” del proceso negociador de las transferencias, al igual que la financiación del segundo juzgado de guardia de Zaragoza. Y ahora nos toca pagar a todos los aragoneses sus olvidos en la mesa de negociación. ¡¡ Qué cara nos va a salir esta transferencia!!
Al Consejero Silva debería preocuparle que un exhorto para notificación en un procedimiento hipotecario, o una notificación de un auto de apertura de juicio oral, se puede demorar 6 meses porque la persona a notificar vive en un pueblo pequeño al que el Secretario del Ayuntamiento va como mucho una vez a la semana y tiene muchas otras tareas, o simplemente corresponde a un municipio grande que carece del personal suficiente. Algunas veces las diligencias están mal practicadas, con lo que hay que repetir el exhorto. Luego todo son quejas sobre la lentitud de la justicia, pero la culpa siempre es de otro.
El problema no debería ser de presupuesto, ya que con lo que se gasta su departamento en otras cosas mucho menos necesarias, o en asesores, habría para sufragar de sobra todas las Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz. ¿ No han pensado sus asesores en establecer un calendario a tres años, de constitución progresiva de las Agrupaciones que faltan para cubrir todo el territorio aragonés?.
Nos parece muy bien que el Consejero Silva quiera apostar por dar un servicio de calidad en la Justicia, empezando por su propio Departamento. Pero más vale prestar un servicio aunque sea a medio gas, que no prestarlo. Si no, la excusa que da Silva valdría para no hacer nada.
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Al Consejero, sin embargo, no parece importarle que desde el año 1991 no se han creado en Aragón ninguna Agrupación de Secretarias de Juzgados de Paz, lo que nos pone a la cola de toda España; tampoco que el 68 % de los municipios de Aragón no están integrados en Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, por lo que son los Secretarios de los Ayuntamientos quienes tienen que estar al cargo de las tareas del Juzgado de Paz, junto con la infinidad de asuntos propios del Ayuntamiento. Tampoco tiene en cuenta las peticiones del Colegio de Secretarios e Interventores de Ayuntamientos, de que se creen las nuevas Agrupaciones para así descargarles a ellos de las tareas judiciales.
Quizás lo que no quiere contar el Consejero Silva es que el Gobierno de Aragón no reclamó dentro del importe de las transferencias la dotación presupuestaria para implantar las nuevas Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz, pese a que desde junio de 2001 había en el Ministerio de Justicia un proyecto para crear al menos 8 nuevas agrupaciones. Otra “omisión” del proceso negociador de las transferencias, al igual que la financiación del segundo juzgado de guardia de Zaragoza. Y ahora nos toca pagar a todos los aragoneses sus olvidos en la mesa de negociación. ¡¡ Qué cara nos va a salir esta transferencia!!
Al Consejero Silva debería preocuparle que un exhorto para notificación en un procedimiento hipotecario, o una notificación de un auto de apertura de juicio oral, se puede demorar 6 meses porque la persona a notificar vive en un pueblo pequeño al que el Secretario del Ayuntamiento va como mucho una vez a la semana y tiene muchas otras tareas, o simplemente corresponde a un municipio grande que carece del personal suficiente. Algunas veces las diligencias están mal practicadas, con lo que hay que repetir el exhorto. Luego todo son quejas sobre la lentitud de la justicia, pero la culpa siempre es de otro.
El problema no debería ser de presupuesto, ya que con lo que se gasta su departamento en otras cosas mucho menos necesarias, o en asesores, habría para sufragar de sobra todas las Agrupaciones de Secretarías de Juzgados de Paz. ¿ No han pensado sus asesores en establecer un calendario a tres años, de constitución progresiva de las Agrupaciones que faltan para cubrir todo el territorio aragonés?.
Nos parece muy bien que el Consejero Silva quiera apostar por dar un servicio de calidad en la Justicia, empezando por su propio Departamento. Pero más vale prestar un servicio aunque sea a medio gas, que no prestarlo. Si no, la excusa que da Silva valdría para no hacer nada.
