«Esta va a ser la legislatura de la gestión». Mejorar la gestión de los medios de que dispone la Administración de Justicia es la receta que ha anunciado el ministro Alberto Ruiz-Gallardón para afrontar un mandato que vendrá marcado por la crisis económica y durante el que el gran reto es la agilización y modernización de los juzgados y tribunales. «No pondremos la crisis como pretexto de no poder alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto», sentenció Gallardón. La mejora de la gestión pasa, según el ministro, por «modificar algunas costumbres que no son compatibles con una cultura competitiva». Y una de las que habrá que «revisar» es la paralización de la actividad judicial durante el mes de agosto. Con cinco millones de parados, explicó Gallardón, «no podemos seguir reteniendo en procedimientos judiciales miles de millones de euros que deberían estar destinados a la productividad y a la inversión». La medida ha tenido una dispar acogida, pero quienes la ven con buenos ojos aseguran que, si bien no parece que sirva para desatascar los juzgados, sí acercará la Justicia a los ciudadanos: «Al fin y al cabo, somos el único servicio público de primera necesidad que cierra en agosto». Estas palabras las pronunció el ministro durante el acto de toma de posesión de los nuevos altos cargos de su departamento, un grupo reducido «pero eficaz» al que se refirió en todo momento como «equipo. Lo integran el secretario de Estado, Fernando Román; el subsecretario, Juan Bravo Rivera; la directora del Gabinete del ministro, Cristina Coto del Valle; el director general de Registros y del Notariado, Joaquín José Rodríguez; y la secretaria general técnica, Mireya Corredor. Al acto asistieron diversas personalidades de la Administración de Justicia así como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y varios cargos del Ayuntamiento.
Fuente: ABC