Renovarse o morir. Esa es la idea que han presentado los trabajadores del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) al Gobierno autonómico en forma de un plan de modernización. Una propuesta que ha sido aceptada y que se verá reflejada en los próximos presupuestos de la Comunidad.
Las acciones a realizar van desde la renovación de los equipos informáticos a la creación de una Unidad de Neurociencia Forense, pionera en España.
El departamento que dirige el consejero Roberto Bermúdez de Castro ya ha encargado un estudio de viabilidad económica. En él ya destaca el cambio del material electrónico que data del año 2008 y que podría ascender a unos 50.000 euros. Una medida necesaria, según reconoce la directora general de Justicia, Tomasa Hernández, quien afirma que "muchos están ya obsoletos, ya que son heredados de los juzgados".
Asimismo, instalarán una sala de videoconferencia, valorada en unos 5.000 euros, para que los forenses puedan participar en juicios desde el mismo IMLA y que no tengan que perder tiempo en desplazamientos si el trabajo es elevado.
Hernández asegura que después de poner en marcha la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, la Audiencia Provincial en esta misma ciudad y el Palacio de Justicia de Huesca --que se inaugurará el lunes-- el Ejecutivo tiene la posibilidad financiera de "seguir apostando por servicios de los que se benefician directamente los ciudadanos".
PROYECTOS. El IMLA culminó con su puesta en funcionamiento, en el año 2001, una reivindicación de más de veinte años, tiempo en el que los forenses siguieron trabajando en el Bastero Lerga en condiciones tercermundistas.
Este instituto, actualmente dirigido por Salvador Baena, se ha propuesto fomentar la acción preventiva con consejo genético. Por ejemplo, que a partir de un fallecido por una enfermedad cardíaca pretenden diagnosticar y tratar a sus familiares.
También quieren mejorar la valoración del daño corporal de las personas implicadas en procesos judiciales mediante las técnicas de valoración biomecánica. Participará en ello el Instituto de Investigación de Bioingeniería I3a.
Los forenses se han propuesto, además, aplicar nuevas técnicas de imagen a la escena del crimen y a la antropología forense. Asimismo, van a elaborar un plan en el caso de una catástrofe o accidente con múltiples víctimas en Aragón.
En muchas de estas acciones será necesaria la colaboración privada, reconocen desde la DGA. Ha sido el caso la Unidad de Neurociencia Forense en la que la empresa Neuronic aporta la maquinaria.